Esta receta se inspiró en un bolter de harina del siglo XVII sobre el que se aplicó una hermosa pintura de ricotta fresca. La ricota lechosa se compensa con la nitidez del aderezo, la rúcula picante y el crujido de las nueces. —Feastingonart
Ingredientes
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3 cucharadas de aceite de oliva
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3 cucharaditas de vinagre balsámico
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1 cucharadita de orégano seco
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1 cucharadita de granos de pimienta rosa, molidos
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2 cucharaditas de arándanos secos, picados
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1 puñado de nueces
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1 manojo de cohetes
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7 onzas de ricotta fresca
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3 onzas de prosciutto
Direcciones
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Primero prepara el aderezo. Mezcle el aceite de oliva, el vinagre, los granos de pimienta de orégano y los arándanos en un frasco pequeño. Enrosque la tapa y agite bien. Manténgase refrigerado cuando no lo use.
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En una sartén, tuesta las nueces durante un par de minutos hasta que se vuelvan fragantes. Lave y seque la rúcula y colóquela en un tazón grande para mezclar. Rompe con cuidado la ricota sobre la rúcula y corta el prosciutto en tiras. Agregue las nueces tostadas antes de mezclar con el aderezo balsámico de arándano. Servir inmediatamente.