Los nabos y las patatas son buenos compañeros para asar.
Muy pronto estaré haciendo gratinados, guisos, sopas y purés con ellos, pero por ahora, las nuevas verduras de otoño que estoy recogiendo en el mercado de agricultores serán rociadas con sal marina, mucha pimienta molida y un chorrito rápido de aceite de oliva.
Estos vegetales jóvenes no son las cosas leñosas, almidonadas con cáscaras cerosas gruesas que generalmente nos vienen a la mente cuando pensamos en vegetales de raíz. Están tan frescos en esta etapa que todo lo que necesitas hacer es enjuagarlos bien y estarán listos para entrar al horno. Deja sus colas de raíz y un poco de sus copas puestas; no es necesario pelarlos.
El sábado recogí algo que nunca había visto antes… Scarlet Nabos. Son una variedad reliquia de un nabo ‘ensalada’. Los nabos para ensalada se pueden comer crudos como los rábanos en ensaladas.
También compré papas celestes, zanahorias nuevas y remolachas baby. Tenía la intención de asarlos todos juntos, pero de alguna manera la idea de la combinación azul y escarlata me convenció. A veces, lo más simple es mejor.
Aunque las patatas eran pequeñas, las partí por la mitad para lucir su increíble color. Eché todo con el aceite de oliva y los extendí en una bandeja para hornear.
Solo se necesitan unos 30 minutos a 375 para que se pongan tiernos por dentro y crujientes por fuera.
No creo que estas variedades interesantes tengan más sabor que los nabos y las papas normales, pero es divertido jugar con los hermosos colores, y hemos escuchado durante un tiempo que los pigmentos de color fuertes indican beneficios adicionales para la salud en los alimentos. Además, siempre es bueno tener más variedad en nuestras dietas.
Asé un pollo para hacer compañía a estos chicos en el plato 😉