como un elegante cheez-it con un toque para el drama sureño. —Katherine Hysmith
Ingredientes
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1/2 taza de pimientos, secados a palmaditas y finamente cortados en cubitos
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1 1/2 tazas de harina
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1 cucharadita de sal
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1 cucharadita de mostaza en polvo
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2 1/2 tazas de queso cheddar, recién rallado
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1/2 taza de mantequilla a temperatura ambiente
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sal para espolvorear
Direcciones
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En un tazón grande, mezcle los pimientos, la harina, la sal y la mostaza en polvo. Dejar de lado.
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En el tazón de un procesador de alimentos, agregue el queso y la mantequilla y mezcle hasta que esté casi perfectamente suave. Agregue gradualmente la mezcla de harina hasta que las dos estén completamente incorporadas y se parezca a la plastilina naranja, ¡divertido! Forme la masa en un rectángulo plano rugoso, envuélvala en una envoltura de plástico y refrigere durante aproximadamente una hora.
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Pon el horno a 350 grados. Cubra una bandeja para hornear grande con papel pergamino.
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Emparede la masa entre dos pedazos de papel pergamino y enrolle en un rectángulo grande de aproximadamente 1/8 de pulgada de grosor. Con un cortador de masa estriado (con los bordes arrugados) o una rueda de pizza, corte el rectángulo en pajitas largas y delgadas, de aproximadamente 1/8 a 1/4 de pulgada de ancho. Transfiera con cuidado las pajitas a la bandeja para hornear forrada, espolvoree con sal marina, colóquelas en el medio del horno y hornee por 12 a 15 minutos o hasta que las galletas estén cuajadas y la base apenas comience a dorarse. Deje enfriar sobre una rejilla y sirva con una cerveza crujiente, o no.