La comida británica ha evolucionado enormemente y se puede comer muy buena comida en los pubs. No recuerdo el nombre del pub, pero comí papas fritas con ajo y romero y estaban para morirse. El proceso de refrigeración de las patatas fritas lo aprendí hace mucho tiempo y realmente funciona, ¡es mágico! Cuando tengo suficiente tiempo, también los refrigero entre la primera y la segunda fritura, ¡produce una fritura crujiente brillante como nunca antes lo has probado! —Maria Teresa Jorge
Ingredientes
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8 papas de Idaho o Russet
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8 ajos con piel rosada
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8 ramitas de romero fresco
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Aceite de canola suficiente para freír
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sal
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pimienta
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2 pellizcos Fleur de Sel
Direcciones
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Pele y corte las patatas a lo largo en rodajas de 1/4 de pulgada de grosor. Luego corte nuevamente cada rebanada en papas fritas de 1/4 de pulgada de grosor. Poner en un tazón grande y lavar bien para eliminar todo el almidón. Llene el recipiente con agua fría, agregue 2 tazas de cubitos de hielo y póngalo en el refrigerador de 2 a 3 horas.
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En una sartén honda verter suficiente aceite para freír, añadir el ajo y el romero y calentar a 325º. EL ACEITE DEBE SER EL DOBLE DEL VOLUMEN DE PATATAS FRITAS A LA VEZ.
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Escurrir las patatas en tandas, secar en un paño de cocina y freír también en tandas (menos es mejor) a 325º hasta que estén amarillas. Retire el ajo, el romero y las patatas con una espumadera y escurra en papel toalla. Termine todas las patatas a esta temperatura.
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Calentar el aceite a 375º.
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Aparte los ajos fritos y el romero para acompañar las patatas.
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Freír las patatas por segunda vez en tandas a 375º hasta que estén doradas y crujientes. Retirar con una espumadera y escurrir. En este punto sazone con un poco de sal marina fina y pimienta fresca molida.
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Servir caliente en un bol, añadir el ajo frito y el romero y espolvorear con un poco de Flor de sal por encima