Encontré esta receta escrita en una página suelta en uno de los viejos libros de cocina de mi madre. Los probamos en casa y los amamos desde entonces. La receta original es con queso cheddar inglés, pero tuve que hacerlo con uno local, ¡que estuvo muy bueno debo decir! —Bonheurcuisina
Ingredientes
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225 g de harina con levadura
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1 cucharada de mostaza amarilla inglesa en polvo
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1/2 cucharadita de sal fina
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1 molida pimienta negra entera
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60 g de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubitos
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100 g de queso cheddar inglés rallado
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3 cucharadas de queso parmesano rallado
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1 cucharada de salvia finamente picada
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1 huevo
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100 ml de leche
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Hojas de salvia para decorar
Direcciones
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Mezclar la harina, la mostaza, la sal y la pimienta en un bol.
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Frote la mantequilla fría y sin sal cortada en cubitos hasta que la mezcla se asemeje a migas finas
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Agregue el queso Cheddar y el queso parmesano (sostenga un puñado de Cheddar para decorar) y la salvia y revuelva.
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En un bol aparte batir ligeramente el huevo y la leche.
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Trabajar rápidamente, revolviendo hasta que la mezcla forme una masa suave y esponjosa.
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Colocar sobre una superficie ligeramente enharinada y amasar hasta que quede suave.
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Estirar hasta formar un cuadrado de 2,5 cm de grosor.
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Corta en cuartos, luego la mitad de cada cuarto en diagonal, para que tengas 8 triángulos
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Coloque los bollos en una bandeja para hornear enharinada, unte con leche, espolvoree sobre el queso restante y cubra cada uno con un poco de hoja de salvia.
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Precalentar el horno a 220 C / 430 F y hornear durante 12-14 minutos hasta que estén bien cocidos y dorados.
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Coma mientras aún está caliente, unte con mantequilla o rellene con su pasta para untar o jamón favorito