Para aquellos de ustedes que les gusta servir fruta y queso después de una comida, este es un plato simple y delicioso, especialmente cuando se sirve con un vaso de un buen postre y una pequeña rebanada de pastel de miel. Hay algunas versiones diferentes de la receta para estas pequeñas golosinas, que en su mayoría están hechas solo con queso de cabra y pistachos. Me gusta agregar sabores cálidos como pasas de ciruela de Chile Ancho en polvo y canela, y frescura de ralladura de cítricos al queso de cabra y también enrollar las bolas en una combinación de nueces. —Kukla
Ingredientes
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• 1 y 1/2 tazas de queso de cabra blando
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• 2 cucharadas de azúcar glass
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• 1 cucharadita de chile ancho en polvo
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• 1/2 cucharadita de canela en polvo
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• Ralladura de 1/2 naranja grande y un poco más para decorar
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• 35 uvas rojas o verdes sin semillas, lavadas, secas y refrigeradas
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• 1/3 taza de pistachos + 1/3 taza de maní o cualquier nuez de su elección, tostados y picados en trozos grandes
Direcciones
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En un tazón, combine los primeros cinco ingredientes; mezclar bien hasta que quede suave y homogéneo. Enfríe en el refrigerador durante al menos 1 hora y media a 2 horas.
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Tuesta las nueces en el horno o en una sartén seca hasta que estén fragantes y se enfríen a temperatura ambiente; luego coloque en el tazón del procesador de alimentos y presione hasta que las nueces estén picadas en trozos grandes.
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Con una cuchara para melones, saque la mezcla de queso de cabra frío y forme bolas. Coloque las bolas en un plato poco profundo en una capa y regrese al refrigerador para que se endurezcan. Este paso facilitará mucho la inclusión de las uvas en la mezcla de queso.
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Trabajando en lotes, aplana cada bola de queso en la palma de tu mano. Coloque la uva en el medio del queso, enrolle hasta que la superficie de la uva esté cubierta uniformemente; luego enrolle las bolas en las nueces y enfríe durante al menos 1 hora antes de servir.